14:14 | Author: Adalid


PLEBEYO

Plebeyo que acaricia mi alma,
convirtiéndolo en cruel servidumbre,
plebeyo que sueña despierto,
detrás de la palmera sofocado de emoción
por libertad y paz.

Plebeyo que indaga mi oficio,
en busca de tiempo para soñar,
plebeyo que alarga la mano,
frenando mis deslices de huida.

Plebeyo de sueños encantados,
en busca de refugio absoluto,
plebeyo que ve inalcanzable el amor,
de la hija de la bella naturaleza.

Plebeyo cansado de esperar,
ver el sol en libertad,
plebeyo de arrogantes desdichas,
conocedor del bien y del mal.

Plebeyo en busca de sabores,
de la vida de sabor a miel,
plebeyo ¿Porque, encontrasteis el dolor?
sin ser tú un cruel castigador.

Adalid

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ADORMECIDA

El color de tu piel me estremece,
tus labios rojo carmesí me adormecen,
el palpitar del corazón me sonroja,
delatando lo que siento por ti,
en ese deslucir de un que dirás y
completo desenfreno titubeo al oír tu voz.

Temblando estoy sin un porque,
moribunda de amor por ti,
camino sin sentido,
pensando que quizás pueda deslumbrarte,
con ideas creativas que te hagan contemplarme y
en un cerrar de ojos veo tu imagen besándome.

Como si fuera muñeca de cristal me siento,
obsesa quiero complacer tus demandas,
conminando doy rienda suelta a tus caprichos,
que aún pequeños son una odisea,
en esa fascinación por verte feliz y
realizado te acompaño en todos tus proyectos.

Y es que solo tiene una palabra,
mi obrar por ti con delirio,
que con cariño tejo tus días de pasión,
labor que complacida realizo,
sin pensar si te has dado cuenta que...
TE AMO, cada día más.



Adalid